Anima en latín significa «aliento» o «alma», y animalis, el adjetivo que viene de él, significa «tener aliento o alma». Un animal como un gato o un perro se les ve respirar. Las plantas también respiran, tomando ciertos gases de la atmósfera y liberando otros. Sin embargo, este proceso no puede ser observado a simple vista. Así que el sustantivo animal, que proviene de animalis, fue tomado del latín para ese grupo de seres vivos que respiran visiblemente.